Siete restaurantes que siguen ofreciendo carnes exóticas en España

Carne de cocodrilo

Elisabeth G. Iborra

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Encontrar carnes exóticas en España es como pincharte con la dichosa aguja del pajar. Lo que es peor, vas siguiendo la pista de restaurantes que, hace tiempo, las tenían en su carta pero luego compruebas que se han quedado con las propuestas más habituales. Investigamos por qué.

No se debe solamente a la escasa demanda del público, sino que, según explica Josep Sanitjas, chef del El Santuari, en los últimos años disponen de menos carnes exóticas porque no las compran de forma ilegal ni de caza, sino a Europa.

“La UE vigila a nivel sanitario aún más que con las carnes normales y no dejan que entren de otros países a la mínima que detecta algún tipo de enfermedad, como la salmonelosis en la piel de los reptiles, caso del cocodrilo o la serpiente (e incluso el pollo); o la fiebre aftosa, que afecta a antílopes africanos o animales de pezuña hendida, tipo gacela, ñu, eland, kudu, oryx, etc”. 

Dentro de ese control exhaustivo, añade Lucio Lanzan, propietario de Taberna El Broquel, que, según la normativa europea, “los animales tienen que estar en criaderos y mataderos especializados en una sola especie, como la cebra entra en los de los equinos; pero no pueden estar mezclados”. Se cuida mucho la trazabilidad. 

Y también reconoce que es muy complicado para los proveedores porque, por ejemplo, “el del contenedor de cocodrilo que venía defectuoso de Zimbabue perdió mucho dinero y no va a traer más producto hasta que no lo recupere”.

Por si fuera poco, Lanzan agrega, “los importadores están tocados y hundidos porque exportar un contenedor antes costaba 8.000 euros y ahora cuesta 18.000”. Quizá la solución sea la del gobierno de Australia, “que comercializa directamente el canguro para controlar las batidas de caza, porque allí es casi una plaga; así como el camello, que hay grandes manadas”, asegura Sanitjas. 

Aunque resulta cada vez más raro hallar el exotismo, todavía quedan algunos establecimientos por España donde puedes comer las carnes que sí están permitidas. Aquí verás cuáles:

En Catalunya

Restaurante El Santuari, sito en Les Masies de Voltregà, provincia de Barcelona, es, efectivamente, un templo donde tratan todas esas carnes exóticas con maceraciones que van variando y cortadas muy finitas para sacarles el máximo partido y sabor, porque el punto de partida no es demasiado excelso.

Por eso te sorprende cuando llegan a la mesa el reno ahumado con arándanos y la suave cebra, el intenso búfalo con romesco y la avestruz al curry, el jabalí con salsa kimchi o el canguro al chimichurri.

Por no hablar del exquisito kobe certificado, las rechonchas ancas de rana de Vietnam o las croquetas de reno con ube filipino (batata morada) o las de calabaza con tiburón, que también puedes catar en filetes. De los gusanos, grillos y saltamontes fritos, hablamos cuando la UE nos imponga comer insectos

Adrian’s, en Cornellá, ofrece tataki de canguro y carnes internacionales como entrecot de Nebraska, lomo bajo de Angus argentino, picaña de Angus negro de Arkansas, lomo alto de bisonte o de búfalo, lomo de canguro australiano y de cebra, solomillo de avestruz y todo un rincón del wagyu en carpaccio, steak tartar o picaña. 

En el centro peninsular

Taberna El Broquel: además de vinos por copas para dar y tomar en esta tasca de Zaragoza, Lucio tiene un arsenal de carnes exóticas para comer en hamburguesita, como las de guanaco (que es primo de la llama) y, sobre todo, en brochetas a la plancha, pasando por la cebra o la avestruz y el canguro, hasta ciervo o toro.

Si tienes suerte, podrás probar el huevo gigante de avestruz en medio de una buena parrillada de carne o unos huevos rotos. Y no debes dejar de degustar sus carpaccios, que puedes pedir, por ejemplo, medio de reno y medio de búfalo, o de potro y ternera de Nebraska, rociados con virutas de foie o de parmesano. El Broquel es un túnel del tiempo, no podrás salir, pero querrás volver a entrar.

Restaurante Platos Rotos: sito en Madrid, es otro de esos restaurantes únicos donde lo mismo te comes un huevo de avestruz de 1,5 kg o un huevo de oca con patatas panaderas, pimientos de padrón y jamón ibérico.

Dentro de su carta exótica, te vas a encontrar con hamburguesa de kobe, cebra, angus, avestruz, bisonte, camello o jabalí en filete o en carpaccio. Las guarniciones también son bastante originales.

En el Mediterráneo

Red Roo Australian Restaurant: se recomienda la degustación Arca de Noé, así podrás probar una degustación de canguro, avestruz, camello, tiburón y cebra para saber cuál te gusta más y pedirlas otro día por separado y a lo grande.

Por ejemplo, la brocheta de tiburón o las albóndigas de camello en salsa de tomate prometen bastante. Los huevos rotos con canguro no se deberían quedar en el plato. Además del de Madrid, tienen dos franquicias en San Vicente del Raspeig y en Torrevieja, Alicante

Sa Finca: en una antigua casa situada en la colina de Siesta, en Ibiza, podrás comer con vistas al mar en sus preciosas terrazas platos que te sacan de tu zona de confort como las ancas de rana, el solomillo de bisonte, la cebra o el alce, entre otras carnes exóticas que escoge esta familia belga con muy buen criterio. 

Vino Mío: en Málaga, este restaurante también con buena carta de vinos tiene filete de canguro australiano y solomillo de cocodrilo sudafricano con chutney mediterráneo y una buena guarnición. 

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