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Contribuer aux commentairesLlevo muchos años conociendo al Chico y todo lo que monta y siempre el trato es cercano personal y atento. En esta ocasión fuimos a celebrar el 72 cumpleaños de la señora Nati, mi madre. Pedimos pulpo a la brasa y entrecot de ternera a la brasa, muy bueno, la ensaladilla de pulpo también muy buena, las papas arrugadas espectaculares. Muy recomendable
Para empezar suciedad extrema, en platos, vasos, sillas, mesas y cacas de perro por el césped, lo que conlleva moscas y avispas mientras comes. Fuimos 18 personas a comer un domingo, y empezamos pidiendo algunos guisos caseros para el medio, fríos no, lo siguiente. Las albóndigas prácticamente casi congeladas por dentro y la carrillera igual. Pedimos la cazuela de gambas al ajillo, 7 gambas congeladas en un mar de aceite y ajos quemados por 5 euros. Después pedimos varias carnes, entre ellas varias presas ibéricas, cuando llegó mi plato no sabía dónde meterme, me dieron ganas de vomitar. Me llegó la presa nadando en sangre, pedí a la camarera nada agradable que me la pasara más, media hora y después de tener que preguntar donde estaba mi plato, me llegó otro igual que el primero, chorreando sangre por el plato, lo tuve que devolver de nuevo. Pedimos también la brocheta de solomillo con bacon, tenía buena pinta hasta que la corté, el bacon bastante hecho pero el solomillo no estaba ni sellado por fuera, crudo crudo, asqueroso. A todo esto tengo que añadir que nos sirvieron la comida a las 4 y media de la tarde cuando llegamos a las 2 y media. Los camareros muy desagradables todos y el cocinero se paseaba por la terraza sin mascarilla ni nada. Repugnante la comida y el trato. Añadir que me fui sin terminar de comer porque era imposible comer por las avispas y las moscas picando la comida. Evidentemente no pienso volver en mi vida y espero que la gente se lo piense antes de ir.
La peor experiencia en un restaurante en mi vida, la comida tarda demasiado, viene toda la carne cruda, absolutamente vergonzoso. Vasos rotos, platos sucios, el cocinero paseándose por las mesas de la terraza sin mascarilla... Sin duda no volveremos a venir más.
En Camas, es de lo mejor. Nos encantó el lugar y la relación calidad-precio. Espacioso, sin ruidos, todo fue maravilloso.
El solomillo al whisky estaba duro y tenía demasiado aceite, sin apenas sabor a la salsa. La pimienta sin melva, a pesar de que estaba en el menú. Las carrilleras estaban duras y en lugar de patatas arrugadas, las sirvieron fritas. Me pareció bastante caro para la calidad y cantidad. No se parecía en nada al tatin que yo conocía.