Parrilla Muno Poniente - Gijón

NEFASTO. Precios muy muy por encima de la media de la zona, calidad muy por debajo. El trato del dueño de lo peor que me he encantrado. A destacar la chica de primera atencion que tiene que dar la cara por la mala educación de su jefe, quien tras decirle que la racion no cumplia con lo solicitado, se mostró prepotente, altivo, y su respuesta fue retirar la comida sin dar mas opciones. Acudimos con 3 niños y ni aun asi mostro educacion y respeto alguno. Hasta su propio personal reconoció que el trato no habia sido adecuado. NO RECIBIENDO BAJO NINGUN CONCEPTO.

La calidad del producto no se corresponde con el precio. El camarero nos incitó a pedir más platos, viéndonos obligados después a anular uno de los platos por ser desproporcionado para 2 parejas. Y es de un total despropósito tener qué pedirle en cinco ocasiones al camarero qué te traiga la cuenta por favor,estando prácticamente vacío el salón, cuándo si tenían disponibilidad para seguir escanciado sidra.

Hemos acudido a cenar un grupo de amigos. El local muy bonito, limpio y bien ambientado como sidrería. A la llegada ya me extrañó que en un sábado de agosto en Gijón a la hora de cenar se encontrara a medio gas, y finalmente comprendimos el porqué. La comida no se puede decir que estuviera mal, pero los precios no justifican la calidad y la carta está diseñada para que te equivoques con unas parrilladas de carne pantagruélicas sin ningún componente vacuno -a excepción del churrasco, lo más barato- y a 54€. Ensaladas a 20€, ... en fin, para no volver.

Lo que me extraña es que esta sidrería siga abierta después de estos años (vivo cerca y lo veo casi a diario),hace muchísimo tiempo que siempre está medio vacía en horas y dias muy puntuales,por algo será ,comida malísima y carisma. Intenta hacer caja con los pocos peregrinos que aparecen por ahí ,pero claro hacen caja un día ,pa no repetir más. Nada que ver con la del Coto. Una pena porque menudo local....

Un consejo al propietario traspasarlo al Llavianu verás el local lleno y la gente contenta , vino un camarero a tocar la gaita al comedor con los precios que tienes y la ratería que das puedes pagar a Shakira a bailar en el comedor o cambias el rumbo o en dos años cerrado , no creo k engañes mucho tiempo más a la gente