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Contribuer aux commentairesComimos en 7 Olas dos veces (carnes a la brasa, hamburguesas y paella). ¡Fue excelente! El personal es encantador y servicial. Volveremos lo antes posible.
Esta fue nuestra primera y última vez probando este restaurante. Pedimos para llevar, sabiendo que eso puede restar un poco de calidad, pero ninguno de los platos valía la pena. Las croquetas venían sobre una cama de lechuga marchita que les daba un sabor agrio, además de estar congeladas. Dos platos de patatas (pequeñas) también estaban congeladas y aceitosas. Los nuggets estaban congelados. La hamburguesa estaba seca y sin sabor alguno, por el precio de 11€ y sin incluir patatas me pareció abusivo. Por último, un campero clásico que resultó ser el peor que he comido en mi vida. En resumen, la comida estaba congelada, escasa y se veía que había sido preparada sin ningún tipo de interés. Este sitio tiene la peor calidad de comida que he experimentado. Espero que esto sirva para mejorar, porque sinceramente he malgastado 25 euros en comida basura.
Habíamos estado hace tiempo y no nos entusiasmó. Nos dijeron que habían cambiado la carta y probamos de nuevo. El cambio a mejor es evidente, las hamburguesas están muy muy buenas y la paella espectacular, además el precio muy ajustado. Repetiremos seguro.
Situado en la Plaza de Gloria Fuertes, uno de los lugares con más bares por metro cuadrado que conozco, acudimos a este local por la fama de su paella por la que, al parecer, el cocinero ha recibido algún premio. Éste es uno de nuestros platos favoritos, así que fuimos un fin de semana, ya que solo la hacen sábados y domingos. Acudimos temprano, ya que suele haber mucha clientela y no tuvimos problema en acomodarnos en la terraza, ya que el interior es ínfimo y no hay mesas. Además de la paella, en la carta encontramos ensaladas, ibéricos, pescados, carnes, platos combinados, croquetas, sartenás, tostas, etc. Aparte, una hoja con otros 8 o 10 platos fuera de carta. Pedimos de entrante media ración de mejillones tigres, buenísimos, y nos dispusimos a esperar la paella, a un precio de 7 € la ración que, como digo, nos resultó decepcionante. Nos trajeron los platos recién salidos, y aún así el arroz ya venía pasado, además de lo más insulso y vulgar, sin ningún sabor ni nada que ver con una paella valenciana ni con nada que se le parezca. Esperábamos disfrutar y la verdad es que la comida pasó sin pena ni gloria; la única explicación es que el cocinero tuviera un mal día, en caso contrario no me explico de ninguna manera la fama de la paella.
He intentado hacer una reserva, pero el teléfono lo atiende un señor que me dice que no habla español...en fin...